jueves, 2 de mayo de 2013

La acertada restauración de «El Músico»

Perplejidad ante las críticas del PP y Foro a la actuación en San Miguel de Liño
Por Lorenzo Arias Páramo, 
<< Desde hace unas semanas leo con perplejidad inusitada en la prensa local los ditirambos de sendos concejales del PP y Foro acerca de la para ellos fallida restauración de la pintura mural del llamado «El Músico» de San Miguel de Liño y su truculenta crítica a la Administración y al restaurador Jesús Puras, autor de la intervención. La realidad de los hechos debe imponerse y el torrente de desinformación y negatividad que maneja el guión político del PP y Foro tiene cierto toque de ligera «perversión de la información».


No es cierto, en modo alguno, que el restaurador don Jesús Puras haya realizado una restauración clandestina. Una actuación puntual sobre una superficie pictórica de 2.500 centímetros cuadrados que encierra una joya de la pintura mural asturiana del siglo IX, con un presupuesto de 8.000 euros es adjudicada acorde con las garantías administrativas a un restaurador que ha intervenido desde el año 1993 en la pintura mural de siete iglesias prerrománicas asturianas, que coinciden, casualmente, con las siete iglesias que tienen pintura mural en Asturias. Comoquiera que no se busca la «casualidad» para restaurar una joya de la pintura mural como es «El Músico» de ahí proviene la «causa» de que el señor Jesús Puras haya restaurado los 2.500 centímetros cuadrados de Liño. Cuando conocí la adjudicación, no me sorprendió: era lo lógico y, si se me apura, lo más ético para una intervención de urgencia. Esto es un hecho objetivo y hay que demostrar con argumentos sólidos que otra persona también sería capaz de hacerlo en las especiales circunstancias que concurrían, a saber: deterioro de la capa interior que soportaba el enlucido, aumento de la eflorescencia y pérdida de la pigmentación. No voy a negar la existencia de buenos profesionales de la restauración en nuestra provincia. Conozco y me une la amistad a muchos de ellos y puedo garantizar su absoluta profesionalidad y competencia. Pero se decide en un momento concreto una actuación limitada en el tiempo (se ejecuta en tres semanas) y en el espacio (2.500 cm2) y se decide adjudicarlo con una «causalidad» lo más sensata, tanto ética como profesionalmente posible, a un experto en pintura mural altomedieval asturiana. Honestamente, yo no veo ningún problema y ustedes, en cambio, contra natura, se los inventan. ¿Dónde está el fin que persiguen, que justifica los medios que practican? Mírense ese problema, por favor.
Pero existen otras consideraciones que no puedo admitir en modo alguno. Diariamente se adjudican intervenciones de éste u otro motivo a restauradores o profesionales, mediando entre el adjudicatario y el profesional un contrato que los vincula legalmente en el compromiso de realización de la obra en los términos marcados por la ley. Concretamente, se han adjudicado contratos de limitada cuantía económica, dentro del patrimonio asturiano, a lo largo de los años de muy diversa cuantía y de diversas necesidades según lo requería la obra contratada. Les puedo enumerar una elevada cantidad de ellos, muchos de los cuales quizás los conozcan ustedes mismos. Mi pregunta es simple: ¿En qué se diferencia éste de aquellos contratos? Convendrán conmigo en que en nada. Y a mayor abundancia debo aclararles que la Consejería de Cultura tiene mecanismos legales para supervisar las actuaciones y el seguimiento de las obras que contrata, sean éstas de la envergadura que sean. Bien mediando los expertos en Patrimonio que tiene la propia Consejería, bien recabando el control a personas especializadas y competentes en el trabajo u obra contratado. Pero esto ya lo saben ustedes y sería baldío recordárselo, si no fuera porque de forma premeditada y a sabiendas de que no dicen -u ocultan- la verdad, cuestionan y denuncian conociendo la falsedad del juicio que emiten, a saber: que la obra no tenía supervisor y no gozaba de garantías y «El Músico» quedaba desprotegido. Esta acusación es rotundamente falsa o, si me lo permiten, introducen la mentira, con un peligroso agravante: la opinión que vierten sobre los lectores y la opinión pública los induce al error y al desamparo informativo al que tienen derecho, como ustedes muy bien saben. En una palabra, sus palabras secuestran la posibilidad de que el lector se forme un juicio crítico sobre el estado del patrimonio asturiano. Ahora creo que entenderán mejor la gravedad de sus palabras, las de ustedes claro, el PP y Foro.
Pero nuevamente me surgen otras consideraciones en la monotonía que arrastran en su singular y equívoca narración de los hechos; la afirmación de que ustedes han dado la voz de alarma sobre el estado de deterioro de «El Músico» allá por el año 2009. Es rotundamente falso que ustedes -PP y Foro o Foro y PP-, hayan dado la voz de alarma del deterioro de «El Músico». No conocían de su existencia y a seis metros del suelo no son perceptibles, ni el músico ni su grado de degradación; luego, obviamente, era imposible. Así de transparente. De hecho, he acompañado a diputados electos del PP y Foro -a petición de ellos, claro- para que conocieran in situ dónde se encontraba la figura de «El Músico». A mayor abundamiento debo recordar las deplorables manifestaciones del concejal de Urbanismo en el año 2009, cuando, sin ningún rubor, sin contrastar la información, y cuestionando su madurez y ética política, declaró a los medios de comunicación que «El Músico» había desaparecido por el deterioro tan grande que tenía ante la pasividad de la Administración. Otra prueba más del puntual y anecdótico interés que el PP y Foro tienen sobre el patrimonio cuando se sumergen en el ataque puro y duro a la actividad política. Contrariamente a lo que puedan pensar, no estoy cuestionando su praxis política (ésa es otra cuestión), sino el que integren el patrimonio asturiano dentro de su armamento logístico. Ese hecho sí que me parece maléfico y no exento de ciertas dosis de perversión ideológica (dicho sea con palabras suaves). Así que debo recordarles que no constituyen ningún bloque de unidad en la defensa del patrimonio asturiano y menos en lo que corresponde con la protección del Prerrománico asturiano. Las hemerotecas tienen la letra indeleble y más en la era digital. Y sin ningún alarde particular pero ante la magnitud de los hechos imprudentes, de una ligereza intelectual inadmisible en el tratamiento de la cosa pública que ustedes PP y Foro están sembrando, debo transmitirles que desde hace más de diez años (ustedes aún no sabían que había pintura del siglo IX en Occidente, y menos en Asturias, y menos en San Miguel de Liño) llevo reclamando (obviamente no soy el único, como es lógico) desde mi cátedra como profesor de nuestra Universidad ovetense, en investigaciones, estudios, publicaciones, conferencias, coloquios y diversos foros, una atención prioritaria en el estudio y la conservación de nuestro patrimonio asturiano, tanto en la arquitectura como en las artes decorativas, y la pintura (ver hemerotecas). Ustedes, PP y Foro, deben saber que hay más joyas además de la figura del músico tañendo un laúd. Dos metros debajo del Músico se encuentra una figura entronizada descubierta por José Amador de los Ríos en 1860. En Tuñón tenemos pinturas con los astros del Sol y la Luna espléndidamente representadas y pinturas almenadas descubiertas por Luis Menéndez Pidal en 1952; en San Salvador de Valdediós tenemos lienzos enteros con motivos islámicos descubiertos en 1910 por el director del Seminario de Valdediós en aquellos años; y obviamente mucho más? no piensen que me olvido de Santullano (pero es que ésta sí que la conocen, aunque sea de oídas) pues bien: ¡nunca han sido restauradas sus pinturas! (Santullano muy deficientemente restaurada). Créanme, pues, si les digo que llevan más de 1.200 años sin que hayan sido sometidas a cuidados de protección y conservación. Todo este elenco de pinturas murales mencionado es fácilmente deducible que estén llamadas a desaparecer si no se actúa con premura, si no se planifica su actuación, si no se deja de mirar para la puerta de salida; en definitiva? si no se actúa ya. Y, evidentemente, si no se cometen deslices fácilmente evitables como el que ustedes, PP y Foro, han cometido: mirar para el dedo (viendo gigantes donde sólo había molinos girando en el buen sentido), cuando lo que se quiere ver y mirar, y sobre todo apuntar es a la Luna, es decir a la pintura del Astro Luna de la iglesia de Tuñón (es un decir, no más) que se conservará por poco tiempo (digo yo) y ya verán cómo acabo teniendo razón si políticos tan pedestres como ustedes siguen permaneciendo frívolamente en su cargo. Pregunta inocente: ¿A que no han tenido la delicadeza de felicitar a la Consejería de Cultura por su actuación y al responsable de la restauración, Jesús Puras, por su enorme trabajo? No es ninguna insolencia. Convendrán conmigo en que el resultado, a juicio de todos los expertos que analizaron «El Músico» (y han sido infinidad de personas las que han visitado «El Músico» durante su restauración), ha sido un rotundo éxito. A ver si resulta que su lealtad política tiene el ángulo tan estrecho que no saben discernir un objetivo político colateral como el que emplearon, de la salvación dentro de nuestro convulso patrimonio de la inevitable ruina pictórica a la que estaba abocada «El Músico». Pues vayan haciéndose a la idea con los ejemplos pictóricos que les he mencionado, pues seguirán la misma suerte? porque su futuro, en mayor o menor medida, está destinado a ser de una absoluta responsabilidad política, no lo olviden.

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